Para ser feliz en la vida no basta con desearlo, hay que esforzarse cada día para conseguirlo.

Acabe mis estudios como ingeniero informático, y durante 13 años trabajé en ello. Pero en esos años me di cuenta de que no era consecuente con mi deseos y pasiones, aquello no era lo mio. Y de nuevo, tuve que plantearme superar un obstáculo y cambiar el rumbo de mi vida. Y eso hice.

En mi interior latía el deseo de transmitir toda esa experiencia vital que me había llevado por la vida superándome a mi mismo constantemente, y descubrí que eso era lo que quería hacer: ayudar a los demás a conseguir todas sus metas, ya que sabía absolutamente que es posible hacer cualquier cosa si realmente lo deseas y pones todo tu corazón y mente en ello.

Desde el año 2015, trabajo con cientos de personas al año, a las que soy capaz de inspirar. Mis clientes quieren trabajar conmigo básicamente por la confianza, claridad, valentía, motivación y muchas otras cosas que les transmito por haber logrado ser y hacer lo que realmente siento en mi interior.

Un coach tiene una gran responsabilidad con sus clientes, ya que de mi capacidad de transmitirte valor, confianza, seguridad y conocimiento  va a depender en parte tu futuro y tu felicidad; y eso es algo que me tomo muy en serio.

Porque las personas, cuando nos sentimos bien con nosotros mismos, somos capaces de hacer cosas increibles y maravillosas.

Y cuando eres feliz es más fácil triunfar y hacer feliz a los demás.